viernes, 27 de enero de 2012

Todos Fuimos

Tenía 13 años, el año 1997 recién comenzaba; ese verano parecía ser tranquilo y normal como otros.
Durante ese año pensé mucho en que quería hacer de mi vida cuando fuese grande, había decidido ser periodista.
El domingo 25 de enero me levanté y cuando vi la tapa del diario se me paralizó el corazón: "Asesinaron a un fotógrafo de Noticias en Pinamar". Al leer la nota me enteré que el nombre del reportero gráfico era Jose Luis Cabezas; no me entraba en la cabeza como podía exi
stir gente capaz de matar y luego quemar el cuerpo para no dejar rastros.
Este caso nunca lo voy a olvidar, sé que pasaron muchas cosas durante mis 19 años pero este hecho sucedió en una época en la que comenzaba a tomar conciencia del mundo exterior.
Para comenzar a realizar esta revista investigué mucho, no era partidaria de la historia pero gracias a ella pude comprender que el caso Cabezas es el más despiadado pero no el primero.
Sería peligroso olvidar las 111 víctimas de la dictadura militar cobró entre los trabajadores de prensa que quedaron, en definitiva, impunes. Pero hace bien recordar que, la sociedad argentina ya ha dictado su sentencia: memoria perpetua.
Los crímenes deben ser denunciados por los medios de comunicación de todo el mundo. Y es importante que sean esclarecidos para que no vuelvan a suceder.
¿Acaso el artículo 32 de la Constitución Nacional no indica que hay "libertad de prensa"?
Entonces ¿por que siguen amenazando a periodistas que solo se encargan de hacer su trabajo que es el de difundir la verdad?


Editorial escrita para un trabajo de la facultad (Junio 2003)

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